A pesar de que existen muchísimas cantidades de exfoliantes caseros, te explicaremos de manera sencilla cuáles son las clásicos y más fáciles de realizar.
Exfoliante de limón para el rostro
Ingredientes:
- El zumo de ½ limón.
- 3 cucharadas de azúcar.
- Frota en tu piel dando masajes circulares sobre la piel limpia y algo húmeda. Luego enjuaga bien.
- Ten cuidado si tienes una dermis demasiado sensible o blanca. Para que el aroma a limón se mantenga en tu cuerpo, no dudes en añadir unas gotas de té verde, por ejemplo, que además le dará una sensación de pureza y vitalidad a la piel.
Exfoliante casero de plátano
- Plátano.
- Azúcar.
- Pisar el plátano hasta hacerlo puré.
- Después añadir 4 cucharadas de azúcar (sí, nuevamente nuestro amigo el azúcar).
- Mezclar bien, sin que te quede una consistencia demasiado aguada. Si esto ocurriera, añade más azúcar.
Exfoliante de avena y yogur
- ½ taza de avena molida.
- leche hasta conseguir una pasta algo consistente (que no te quede líquida).
- Para mejorar el efecto, añade una cucharada de azúcar (opcional).
Coloca en una envase seco, los materiales antes mencionados y procedes a mezclar. Puedes colocar el preparado en cualquier parte del cuerpo. Es bien sabido que el yogur protege la piel, evita la aparición de ganglios y cáncer en el útero.
Arcilla verde
Granola
Haga una pasta con media taza de granola mezclada con un poco de agua caliente. Humedezca el rostro y aplíquesela en el cutis con movimientos circulares. Lávese con agua tibia.
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